Los Hortales, un jardín ciudadano

Alfonso Colodrón es poeta, escritor, traductor y terapeuta.

Vecino de Pozuelo de Alarcón (Madrid), Alfonso es el principal promotor del jardín Los Hortales. En esta entrevista a Transperiencias nos cuenta su proyecto.

Transperiencias (TRP) – ¿Cómo se te ocurrió la iniciativa de crear un jardín en un terreno público de Pozuelo?

Alfonso Colodrón (AC) – La idea fue creciendo orgánicamente, como el mismo jardín. No fue planificado. Viendo que había un terreno público frente a mi casa y despacho profesional (por lo que paso todo el día sin desplazarme) que estaba lleno de escombros y que el Ayuntamiento se limitaba a pasar el tractor dos veces por año para que la hierba seca y alta no se incendiase en verano, me limité a plantar un par de mimosas en un terraplén en el que no podía pasar el tractor.

Temiendo que me las arrancasen me presenté a la Concejalía de Medio ambiente y hablé con el ingeniero jefe del Departamento. Al mirar el mapa, me respondió que era “zona forestal” y que ellos no tenían obligación de plantar, ni de regar, ni de limpiar. Solo de que no hubiera incendios. A continuación añadió: “Plante lo que quiera, pero no interrumpa el paso del tractor”. Y poco a poco fui plantando más árboles y algunas plantas ornamentales y aromáticas.

(TRP) – ¿Qué pretendías con esta iniciativa? ¿Venía a resolver algún problema?

(AC) – Para mí resolvía dos problemas al principio: uno estético (no ver solo una escombrera frente a mi casa-consulta). Otro de limpieza (fui sacando sacos y sacos de escombros hasta dejarlo limpio (cinco años todos los domingos). Un tercero, práctico (cuando pasaban el tractor y llovía a continuación, se embarraba toda la calle, y nadie se responsabilizaba de limpiarla, solo algunos vecinos con mangueras y la lluvia, si llovía. Fui aterrazando, poco a poco, aplanando y haciendo alcorques, de modo que la lluvia ya no embarra la calle).

Por último, al no haber escombros, ya no se siguen tirando botellas, plásticos, restos de obra…

(TRP) – ¿Cómo han sido las personas que se han ido sumando a este proyecto?

(AC) – Pues de todo. Algunas, muy pocas, entusiasmadas desde el principio. Otras observadoras pasivas, pensando que el Ayuntamiento lo prohibiría, lo quitaría, me multaría… Poco a poco, al ver el crecimiento paulatino del jardín, su entorno embellecido y limpio, empezaron a ofrecer pequeñas colaboraciones como, donar alguna planta o árbol que no les cabía en casa, informar de otras abandonadas en las cercanías, para poder salvarlas, posteriormente, colaborar en el riego… A muchos consultantes les propuse donar y plantar un árbol y lo hicieron.

(TRP) – ¿Cuál ha sido el proceso de desarrollo del proyecto y cuál el grado de participación de las personas?

(AC) – El grado de participación podría considerarse bajo o alto, según los parámetros empleados. Mi urbanización tiene 36 chalés. He logrado colaboración activa de 6. Tres más que acudan a las celebraciones y dos que paseen habitualmente. El resto, como si no existiera. Aunque tácitamente aprueban lo realizado. Hasta el momento, nadie ha protestado. De las urbanizaciones vecinas, bastantes elogios y una denuncia de una vecina que no le gustaba que pusiéramos bancos ni mesas. Después de once años propuse crear una Asociación de amigos del jardín. Aparte de un núcleo de unos 15 o 20 el resto de asociados pertenecen a otros municipios y se han asociado por amistad.

(TRP) – ¿Cuál ha sido la forma organizativa (Asociación…) que ha adoptado el proyecto?

(AC) – La forma organizativa es una Asociación sin ánimo de lucro a escala nacional. Tenemos un facebook abierto con 250 amigos –también de otros países- interesados en la ecología, la naturaleza, la jardinería y el reciclaje.

(TRP) – ¿Cuáles han sido las principales dificultades encontradas?

(AC) – El clima de Pozuelo. Mucho calor y sequía en verano. Ninguna colaboración del Ayuntamiento para el riego; que solo hemos pedido a nivel informal a los sucesivos jardineros, que tienen miedo de sus jefes y de las empresas subcontratadas por el Ayuntamiento. La heladas de invierno y primavera (hace siete años el 5 de mayo se heló una higuera plantada el año anterior).

La incivilidad de algunos padres y madres que dejan a niños sueltos que, de vez en cuando, hacen destrozos, y la de algunos jóvenes (una minoría) que durante las fiestas locales, destrozan bancos, mesas, papeleras, y dejan botellas, etc). Hay que reconocer que en 12 años solo ha pasado 20 veces. Si se divide por el número de días, algún optimista diría que es puntual.

(TRP) – ¿Qué logros destacarías hasta el momento? ¿Cuáles son tus expectativas de cara al futuro?

(AC) – Principal logro: que muchas personas se han conocido gracias al jardín. Que otras han plantado algún árbol por primera vez en su vida. Que ahora mismo hay más riqueza de fauna y flora en 2.000 metros cuadrados (más de 60 variedades de árboles y más de 150 de plantas diversas), han aumentado las lagartijas, algunos pájaros como mirlos, herrerillos, algún carpintero, lombrices, hormigas, mariquitas, etc). Desde hace dos años se ha multiplicado la variedad y cantidad de setas.

Expectativas: que los árboles se consoliden y creen un microclima de sombra. Y que el terreno, que era muy pobre, siga enriqueciéndose con las hojas y hierba dejadas en el suelo y los detritos de conejos, pájaros, etc.

Me gustaría que podamos promocionar algún huerto urbano (dirigí uno rural para cien personas durante cinco años), sumarnos redes de jardines y huertos comunales urbanos, que la guardería municipal y algún otro centro pudiera hacer visitas educativas medioambientales…

(TRP) – ¿Qué aspectos de tu experiencia podrían ser de utilidad para otros casos análogos?

(AC) – Hay muchos solares, pequeños descampados, rincones urbanos deteriorados que podrían mejorarse sin coste alguno, reciclando, embelleciendo, y que servirían de pretexto para comunicar ( hay demasiada incomunicación entre vecinos en estos tiempos de “sálvese quien pueda”), además de que muchos jubilados podrían hacer ejercicio físico gratuito y gozoso. Aumentaría la longevidad, la calidad de vida, la salud y se ahorraría en medicinas y otros gastos de la Seguridad social.

(TRP) – ¿Quieres añadir algún comentario?

(AC) – Que el Jardín es como el Jardín de Epicuro: para aprender, pasear, reflexionar, leer, filosofar, relacionarse, relajarse, meditar, acercarse a la naturaleza que somos, inspirarse para crear –pintura, artesanía, paisajes, poesía, literatura…- Para muchos de mis talleres, artículos y libros la inspiración me vino en el Jardín. Hay mirlos que ya no huyen, gorriones que se acercan a comer y hasta un conejo que se queda inmóvil a pesar de acercarme a dos metros: no era uno de los conejos enfermos 😉

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Un comentario en “Los Hortales, un jardín ciudadano

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